

Aunque esté tentado a suponerlo, este no es un libro de ciencia ficción. El género de clasificación es fantasy, se trata de cuentos fantásticos. Los textos de Argañaraz escapan al formato clásico porque los personajes no se asombran de los avances tecnológicos aunque vivan en la cotidianeidad del conurbano bonaerense de principios de siglo XXI. Un humor muy particular (bordeando el grotesco pero nunca alcanzándolo) recorre las páginas de estos cuentos cuyos recursos son la oralidad bonaerense y los lugares, localmente reconocibles, donde transcurren los relatos. Una trama fantástica con personajes verosímiles y cotidianos de nuestros barrios. La temática de los cuentos, es diversa: una desolación encuentra a Esteban ante una invasión extraterrestre aniquiladora. David Emanuel Reyes vive en un barrio y construye una nave espacial para recorrer el espacio interestelar. En “Hombre dando indicaciones” la explicación se vuelve tan imposible que se necesitaría un instructivo para interpretar el discurso oral. “La nave sombría” se caracteriza por el pesimismo de la raza humana, némesis atravesada por naves espaciales, lugares del conurbano, trabajadores precarizados y desocupados que llegan.